martes, 21 de junio de 2011

Y ahora que te has ido, no siento mi corazón porque tú te lo llevaste. Solo me quedan los recuerdos felices que viví a tu lado, los cuales me ayudan a llorar desconsoladamente y a pensar que nunca habrá otro como tú. Fui la caperucita roja de esta historia, la ingenua que se tragó las mentiras de un lobo feroz capaz de hacerle mucho daño a esta pobre niña que solo quería un poco de amor. Ahora solo espero que esta caperucita encuentre un cazador para que le haga feliz entre sus brazos y pueda vivir la historias más bonita jamás contada.

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