lunes, 29 de diciembre de 2014

5 de Octubre. Tengo un secreto: El diario de Meri.

Por mucho que queramos disfrazarlo, ocultarlo, evitar hablar de él..., el amor es lo más importante que existe en el universo. Y los jóvenes lo vivimos con más intensidad, con más pasión y con más ansiedad que el resto del mundo.
No lo pienso sólo ahora, que estoy enamorada y soy correspondida. Lo he pensado siempre, aunque no siempre lo haya reconocido.
Algunos jóvenes se enamoran en secreto y les cuesta dar el paso definitivo. Otros disfrutan de una relación que nos parece que será para siempre. Hay adolescentes que no encuentran a su media naranja y prueban oras hasta que dan con la definitiva. Incluso, muchos chicos discuten y rivalizan con otros chicos por el mismo amor.
De lo que estoy segura es de que hay una persona destinada para cada uno de nosotros.
Y no nos debemos conformar con sentir a medias o gustar. Debemos buscar a la persona que nos quiera de verdad y por la que nosotros daríamos la vida.
Tal vez, para eso, haya que llevarse algún chasco y sobrevivir a varios naufragios. Pero a lo mejor ese que rema hacia ti y que te lanza el salvavidas para salir a flote es justo la persona a la que tanto estabas esperando.
Si hay algo que lleva consigo el amor es improvisación. En todos sus aspectos. No eliges de quién te enamoras. Ni puedes elegir que alguien se enamore de ti. Cuando descubres que algo falla o que algo no está en su sitio, toca improvisar también. E improvisas cuando el beso es diferente al que esperabas o su voz interior es diferente a lo que dice con la boca.
El amor no envejece, eres tú el que se hace mayor. El amor no discute, eres tú el que le lleva la contraria. El amor no se pierde, eres tú el que no encuentra el camino. El amor no tropieza, eres tú el que pone obstáculos.
Fíate de tu corazón cuando pienses con la cabeza. Enamórate sin miedo, sin trabas. Enamórate regalándote una oportunidad de querer a alguien. Porque, en cuestiones de oportunidades y de amor, tú eres el único que realmente sabe lo que quiere.
Piénsalo.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Es así de simple. Cuando estoy contigo soy feliz. Cuando no estás, recuerdo los momentos que hemos pasamos juntos. En definitiva: ya no sabría diferenciar la felicidad de ti. Tú eres, de lo que siento, la parte más bonita. Eres la sonrisa de mi boca, cuando sonrío. Ahora no estás, por ejemplo, y cierro los ojos, recuerdo tocarte; recuerdo tu piel y su tacto, parecían mis manos pasearse por una estrella. Recuerdo también, al mirarte, creer estar viendo el paraíso. El paraíso eras tú y tus formas, y mi forma de entenderte, y la forma de tu boca, y ojalá me beses pronto de nuevo. No necesito que nadie lo entienda. No tengo la necesidad de explicarlo, pero yo, antes de ti, sólo había vivido el borrador de una vida sin ganas. Una vida, sí, pero de esas en las que te dedicas con indiferencia a esperar que el tiempo pase, y a saber a dónde te lleva. Abrázame como me abrazas. Abrázame sin sentido, no requieras excusas. Abrázame sabiendo que si lo haces el mundo va a parecer un lugar más hermoso. Es así de simple. Si me das un abrazo se me dejan de ocurrir cosas por las que poder estar triste. Parece justo, sin duda, que tus brazos encierren esa victoria. - Sergio Carrión