sábado, 28 de febrero de 2015

Te fuiste.

Te fuiste de mi vida sin importarte lo más mínimo cómo iba a estar yo sin ti. Te fuiste sin importarte si alguna vez más iba a necesitarte conmigo, a mi lado, abrazándome. Te fuiste sin importarte las consecuencias que yo iba a tener que asumir debido a tu marcha.
Y desde ese momento, cada día te necesito más que el anterior porque cada día que pasa, tu ausencia pesa más, porque tú me ayudabas a ser feliz y me ayudabas también a aguantar mis problemas y no hundirme, porque en vez de caer sólo en mí, caían en ti y en mí. Y ahora que tú no estás, tengo la responsabilidad de ser feliz por mi misma y de superar yo sola mis problemas. Pero es que estos últimos días, me he dado cuenta de que sin ti últimamente no puedo, porque ya no tengo tu hombro sobre el que llorar hasta no poder más, ya no tengo tus manos para que me limpien las lágrimas y me sujeten antes de cada caída y tampoco te tengo a ti para que te tumbes a mi lado si ves que no has podido cogerme.
Desde que te fuiste, mi habitación, mis manos, mis abrazos, mis oídos, mi voz, mis besos, mi corazón y mi vida se sienten vacíos.

sábado, 14 de febrero de 2015

El amor es la fuerza que mueve el mundo.

El amor es un sentimiento que cambia a personas, que mueve el mundo y cuando lo sientes, te consideras la persona más afortunada del planeta. Y no es algo que se tenga que demostrar un día al año y porque lo marca la sociedad, sino que es algo que se tiene que demostrar día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, porque con un beso de amor demuestras más que comprando la joya más cara del mercado, porque amar significa estar al lado de tu pareja en las buenas y sobre todo, en las malas, significa hacerla feliz todos los días que estéis juntos, te cueste lo que te cueste, porque esa persona es tu prioridad, amar significa darle todo lo que tienes y que no te importe nada en absoluto.

El amor es lo más bonito de este mundo, y puede que también, sea el sentimiento más doloroso. Pero tal vez, merezca la pena ese horrible dolor por esos momentos íncreibles que pasas al lado de la persona de la que estás enamorada. Aunque después, estar sin esa persona, sea como estar al borde de un precipicio.

martes, 10 de febrero de 2015

Sergio Carrión

Sólo quiero que aquel a quien quieras, sepa quererte como debiera hacerlo. Que el que te quiera sepa que te está robando del futuro de otros, del mío, si lo pienso me resulta triste. Pero ante todo quiero que seas feliz, qué voy a decirte, aunque no sea yo quien domine tu sonrisa, quién sepa cuándo o cómo formarla en tu boca. No es tan importante como que sonrías, y sea por él, y a mí tu felicidad no me eche de menos. Es duro dejar ir a alguien cuando durante mucho tiempo te hiciste para recibirla, como si tus brazos y todo tu cuerpo, se hubiesen ido haciendo a la forma de su tacto. Como una playa a su mar, como un otoño al viento, o un cielo para el que desea escapar. Eso es lo importante, que no vuelvas a llorar, que al hablarte de la soledad no puedas recordarla, que si tienes frío vaya alguien y te lo quite antes de que se te meta en el cuerpo, y llegue hasta el corazón y se quede allí. También quiero que cuando quieras, recuerdes que estás dejando de querer a otros así, a mí, si lo pienso me resulta triste.

martes, 3 de febrero de 2015

No sé qué es peor, que tú ya no estés o que me he dado cuenta de que hiciste bien alejándote de mí, porque tú ya no eras mi tú, cada vez me hacías menos bien y más mal, porque por desgracia, dejé de ser tu todo para pasar a ser tu nada. Que triste, eh, que después de tantos momentos vividos juntos, ya no quede nada entre nosotros, que después de comernos a besos, ahora, tener que darte dos besos me sabe a muy poco, que después de rozar cada centímetro de tu cuerpo, ahora, verte y no poder tocarte es como estar en el infierno. Porque echo de menos a quien eras tú conmigo y también echo de menos a quien me hacías ser, porque tú sacabas lo mejor de mí durante todos los segundos que pasábamos juntos, me evadías del mundo exterior, de mis problemas, y tan sólo me centraba en ti, en mí, en nosotros, en ese nosotros que ahora ya no existe.