jueves, 23 de mayo de 2013

¿Qué tipo de chicos nos gustan?

Llevo bastante tiempo sin poner ninguna entrada, pero hoy me vino la inspiración mientras estaba en Twitter, porque me salió en mi TL exactamente esto: "Chicas, contestad a esta pregunta, ¿Os gustan los cabrones? Es por dejar de ser bueno..", "Os va el rollo te follo y si te he visto no me acuerdo, ¿verdad?". Bueno, pues la mayoría de chicas queremos lo mismo.
Las chicas queremos a alguien que de verdad nos quiera, no queremos al típico cabroncete que nos ilusiona y a los dos meses te deja por otra, de esos que: Prometer hasta meter y, una vez metido, nada de lo prometido
No buscamos el típico chulo de barrio que vuelve locas a las niñas, ni el príncipe de las princesas disney. Queremos alguien con el que sentir mil sensaciones y tener el gusto de saber que quedan mil y unas más. Que nos diga 'te quiero' y que sea verdad, tan real como que, la semana tiene siete días, y el día veinticuatro horas, pero que nos quiera a su manera, de lunes a domingo, las veinticinco o más horas que duran sus días, del uno al treinta-treinta y uno del mes. Tanto si duerme, sueña o está despierto. Que nos haga tener siempre motivos para quererle más, pero que nunca haya tan sólo uno para lo contrario.

sábado, 18 de mayo de 2013

Dicen que la distancia hace el olvido, yo realmente no creo que sea así. Para mi la distancia no es más que un obstáculo en un camino que te impide estar cerca de personas a las que quieres y por ello no puedes abrazarlas, besarlas, acariciarlas, simplemente no se puede hacer como con cualquier otra persona a la que tengas realmente cerca, para mi, la distancia es demasiado puta, por no decir que es un autentico asco, pero seamos lógicos ¿a quien en realidad le gusta la distancia? Si, puede que a veces sea la mejor forma de olvidar a una persona a la que quieres sacar totalmente de tu vida, de acuerdo, pero...¿que hay de esas personas que se aman y no pueden estar juntas? Para mi la distancia es algo que odio cada día mas, es algo que incluso en algunas ocasiones te hace llorar y pasarlo mal.

miércoles, 15 de mayo de 2013

No entiendo como hay personas que por hacer daño a alguien ya directamente dicen que para arreglarlo será mejor no volver a hablar nunca más.
¿De verdad que no os jode el simple hecho de pensar en no volver a darle los buenos días? ¿No poder saber si está bien o mal? ¿Ni poder decirle un te quiero? ¿O tan solo verle sonreír?
Yo no puedo dejar de hablar así por que sí a una persona que de verdad me importa, porque cuando me importa una persona lo necesito todo de ella, necesito sus besos, sus abrazos, sus guiños de ojo, sus te quiero, que se preocupe por mi tanto como yo por ella, que me haga sonreír con la mínima tonteria, sus insultos cariñosos o solo un buenos días. Y lo malo, es que se piensan que ellos van a salir de mi vida, como tan rápido como saldría yo de la suya. Yo podría salir de su vida, pero ellos de la mía no. Yo soy una de las personas de las que no puede vivir sin la gente que le importa.

Cuando llegamos a pensar en dejar de hablar a una persona, porque le hacemos daño, deberíamos plantearnos si de verdad nos importa tanto como pensamos.

domingo, 12 de mayo de 2013

Cállame con un beso.

- Esto me da una rabia
+ ¿El que?
No es posible poner diques al mar. Finalmente se da por vencida y deja que sus ojos se inunden. Se pasa las manos por la cara y se limpia. Dibuja una sonrisa amarga y un hilo de voz destapa sus sentimientos:
- Me da rabia porque ella no te quiere... y yo sí.
¿Ha escuchado bien? Ha dicho que... No puede ser. ¿Le ha dicho que le quiere?
+ ¿Cómo que tú sí?
- Joder, ¿con lo inteligente que eres y no lo comprendes? - pregunta Paula, soltando toda la energía de la que dispone-. ¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Te quiero!
Con la cantidad de veces que deseó escuchar aquellas dos palabras de su boca y, tanto tiempo después, cuando por fin aparecen, se queda boquiabierto.
+ Yo... no sé qué decir. Esto me ha cogido totalmente desprevenido.
Los dos suspiran al mismo tiempo. Paula intenta mirarle a los ojos, pero él lo evita. La chica, entonces, se aproxima más. Y le coge la mano. Y esta vez si, logra que también él la mire.
- Se lo que estás pensando.
+ ¿Lo sabes?
- Sí, que soy una idiota.
+ No estaba pensando eso.
- Pues deberías pensarlo.
+ ¿Por qué?
- Porque realmente soy una idiota, una estúpida, una caprichosa, una niñata que aún no ha madurado y que no está a la altura del chico más maravilloso del mundo. Todo eso deberías pensarlo porque es la única verdad. Hace unos meses, te dije mirándote a los ojos que no sentía nada por ti. Y no era verdad. Estaba confusa. Tú me habías confundido. Pero no era cierto que no me gustases... Me gustabas mucho, pero también Ángel. Y él había llegado antes... Al final, ni uno ni otro, porque soy tan idiota que separo de mi lado a la gente que realmente merece la pena. ¡Una gran idiota! Uff... Y resulta que el destino me ha dado otra oportunidad. Te encuentro de casualidad cuando más necesito encontrarte, cuando mi vida es un caos absoluto. Sin embargo, mala pata..., tú tienes novia. O lo que sea. Tendría que olvidarme de ti, intentar ser solamente tu amiga, no sentir nada.. Pero no, voy y me enamoro, recupero parte de los sentimientos que ya tenía. Solo que esta vez mi corazón no esta dividido: está libre ¡Totalmene libre! Y tú vas y logras ocuparlo con tu increíble personalidad y esa... sonrisa maravillosa. ¡Soy estúpida! ¡Soy una estúpida! No quiero volver a estar mal por un tío, no quiero..., no quiero... ¡Dios, qué mal!... Por favor, no dejes que hable más. ¡Joder! No dejes.. que diga más tonterías y... cállame con un beso. 
Y un segundo más tarde, sin necesidad de genios ni de lámparas mágicas, en la oscuridad de una noche que no tiene ni luna ni estrellas, Álex cumple el deseo de Paula, que siente los labios del chico al que ama unidos a los suyos.