miércoles, 31 de julio de 2013

He mirado dentro de mi y me he dado cuenta que ha desaparecido por completo la niña pequeña que era tan fuerte, que nada ni nadie me hacía llorar ¿dónde está? y, ¿cuándo ha desaparecido?
Ahora soy frágil, muy frágil, aunque no lo aparento o intento no aparentarlo. Salgo a la calle con un escudo dentro de mí, como si todo me diera igual, y no, no es así, yo ya no soy así. Ahora soy débil, ahora lloro, lloro con la música, con películas, por culpa de muchas personas...
Y ayer, pensando tumbada en mi cama llegué a la conclusión de que prefiero ser aquella niña que no lloraba por nada que era más fuerte que 20 niños juntos, aquella niña que no sufría por nada y era la más feliz de todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario