-Tía, olvídale de una vez, es un cabrón, y te ha hecho daño, no merece la pena que estés así con él.
+No, sería injusto marcarle como un cabrón que me ha hecho daño, si me
lo ha hecho, y mucho, pero con él, he vivido los mejores momentos de mi
vida, simplemente desapareció el sentimiento. Me despertaba cada mañana
con un mensaje de "Buenos días princesa" y en cuanto me veía me comía la
boca a besos,desgastando así la energía de mis labios. Nos quisimos,
nos amamos, nos adoramos. Con él pasé más de una tarde y más de dos en
un banco del parque, sin hacer nada más que hablar de un futuro juntos.
Con una sola caricia suya, el ejercito de mariposas de mi piel se
revolucionaba, y el nudo en mi garganta al besarle no me abandonó nunca.
Convirtió sus ojos en mi realidad y su boca en mi paraíso. Me abrazaba
hasta dejarme sin respiración, me enseñó a frenar y a mirar a mi
alrededor.
Y no, no lo voy a olvidar, lo recordaré sin que duela y no voy a tapar
la herida llamándole cabrón delante de todo el mundo, porque sería
injusto para él, para mi y para todo lo que vivimos.
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