martes, 28 de agosto de 2012
Lo cierto, es que no eres el príncipe típico de las princesas disney, ni
siquiera eres el típico de las niñas. Ni siquiera tienes una belleza
que destaca, y tampoco eres el típico chulo de barrio que vuelve locas a
las niñas. Tu personalidad es encantadora, y no lo digo porque te
quiera. Eres bueno, un buen niño. Una buena persona, dulce y romántico.
Pero no siempre eres así, lo que me gusta aun más. Si no que también
tienes tus partes de chico capullo, de quererlo todo, en el momento, en
el aquí y ahora. Tiene gracia, es entretenido, porque no siempre te
sales con la tuya, pero tampoco te quedas siempre con las ganas. Vamos
alternando. ¿Quien tiene el poder? En teoría tú. ¿En la practica? Los
dos. Por que si yo no quiero, mal vamos, y si tu no quieres, aún peor.
¿Pero desde cuando yo no quiero hacerte feliz? Sólo quiero que tengas lo
que nunca te han dado, quiero hacerte feliz, hacer que tu sonrisa no se
mueva de los labios ni siquiera cuando duermes. Quiero dejar marca en
tu corazón y que aun que se que esto tiene que terminar en algún
momento, quiero dejarte una huella, por pequeña que sea, en el corazón.
Por que te quiero, por que me importas, y porque nunca pensé que podría
estar así con una persona.
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