domingo, 1 de marzo de 2015

Sígueme la corriente.

-Dentro de cuatro días he quedado con tu tío Tito para regresar juntos a Puerto Rico-
+¿Por qué te vas tan pronto? Sabes que conmigo puedes quedarte el tiempo que quieras.
-Lo sé hijo, lo sé.
+¿Entonces?
Anselmo sonrió, y, con gesto pícaro, murmuró:
-Hijo, no quiero molestar.
+No molestas, papá, ¡no digas tonterías!
-Anoche te oí con esa mujer que tenías en tu habitación - contestó el hombre, sonriendo y bajando la voz-, y por vuestras voces, gritos  jadeos, parece que lo debisteis de pasar bien. Y no es que te lo eche en cara, es sólo que me incomoda oír a mi hijo en semejante actitud.
+Papáaaaaaaaa - rió Tony.
-Por cierto, esta mañana he coincidido con ella en la cocina y he podido ver sus encantos en vivo y en directo, antes de que se asustara ante mi gruñido oscuro y siniestro y saliera corriendo despavorida.
+Lo siento, papá - respondió él, sonriendo y poniendo los ojos en blanco al imaginar la escena.
Anselmo le dio un golpe en el hombro y replicó:
-No lo sientas, hombre, si la joven estaba muy bien ¡Vaya pechos más monos tenía! Aún así, ese tipo de mujer tan descarada a mí no me...
+No, papá. Cierra la boca - dijo Tony, tocando sin darse cuenta la llave que su madre le había entregado, junto a todos sus hermanos, y que llevaba colgada en el llavero del coche-. No empieces con eso.
Anselmo negó con la cabeza. La soltería la veía bien, pero quería que Tony fundara su propia familia, como había hecho Dylan y añadió:
-Vamos a ver, hijo, tú eres una persona muy familiar, como Dylan y deberías crear una familia. Ya vas teniendo una edad y, el día que seas padre, vas a parecer el abuelo del niño.
+Papáaaaaaaaaa...
Encantado porque Tony nunca se enfadaba cuando sacaba ese tema, Anselmo insistió:
-Si fueras como el descerebrado de Omar, no te animaría a buscar a tu mujer ideal. Pero muchacho, tú no eres así. Yo sé que no eres así.
Dispuesto a eludir el tema, Tony dijo:
+Papa, no te enfades, pero tal y como estoy vivo muy bien. Tengo lo...
-Lo sé. Sé que tienes lo que quieres, y mujeres dispuestas a acostarse contigo, todas las del mundo - lo cortó Anselmo-. Pero créeme, el tiempo pasará y un día te darás cuenta de que lo importante en la vida es el amor verdadero. El resto te aseguro que quedará en un segundo o quinto lugar, porque sentirse especial para alguien es lo mejor que hay en el mundo. Y yo sé que ahí fuera está esa mujer que puede hacerte perder la cabeza como a mí me la hizo perder tu madre, o a Dylan Yanira. Sólo tienes que mirar a tu alrededor y estoy seguro de que la encontrarás.

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