martes, 3 de abril de 2012

Peter Pan

Ayer por la noche me aburría y me puse a mirar mis cosas de la infancia, y entre ellas encontré una cinta de vídeo,una película que me encantaba, Peter Pan. Cuando la veía, no sabia su verdadero significado, pero ya crecí y me di cuenta de una cosa: le damos muy poca importancia a las cosas secundarias, a lo pequeño; ¿que por qué digo eso?, por Campanilla. Sí, esa, Campanilla, sí sí, la compañera de Peter. Aquella hada a la que nadie hacia caso. A muy pocos le importaban sus sentimientos, todos querian que Peter acabara con Wendy, la chica encantadora, la que le cosió su sombra a los pies, la que dejo a Peter porque decidió hacerse mayor y renunciar a él. Oh sí, que gran persona, ¿verdad?. Pero yo pregunto una cosa, ¿crecer? de que sirve si tienes al amor de tu vida para siempre a tu lado. ¿Sabeis una cosa?, el verdadero amor era el de Campanilla, que arriesgo su vida bebiéndose la medicina envenenada para que no muriera Peter, y todo... ¿para que? Para que él la empujara, para que el solo se fijara en la niña bonita de rizos definidos y ojos azules. Sin duda alguna, Peter Pan es uno de los cuentos más sinceros que nos contaban de pequeñas respecto al amor. Nada de zapatos de cristal, nada de besos que rompen maldiciones, nada de castillos protegidos por dragones, simplemente, una chica enamorada de un chico que quiere a otra.

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