lunes, 13 de julio de 2015

Yo

Me dejaste vacía, me arrebataste todo lo que tenía en un mísero segundo, y sin avisar. Aunque sé, que lo único importante y valioso que tenía, eras tú.

Podrías haberte puesto un cartel luminoso con el fin de avisarme,de que más temprano que tarde, te ibas a cansar de mí y y de mi forma de quererte.

Te quería en el sentido más inocente de la palabra. Te quería para besarte, para abrazarte, y sobre todo, para hacerte feliz sabiendo que corría el riesgo de que fueses para toda la vida.

Y yo, que te he visto dormir  me he dado cuenta, de que jamás encontraré por ninguna parte del mundo, un paisaje tan bonito como el que tenía en aquellos instantes de mi vida frente a mis ojos.

Yo, que he dormido apoyada en tu pecho, sé que jamás volveré a encontrar un lugar con tanta paz.

Yo, que te he acariciado, sé que mis manos nunca volverán a hacer un recorrido tan eclipsante como el que hicieron por tu piel.

Yo, que he besado tu cuello, sé que no volveré a encontrar mejor sitio en el que esconderme.

Yo, que miré tus ojos y me vi reflejada en ellos, supe que serían el mejor espejo del mundo.

Yo, que te he visto reír, sé que en ninguna otra persona, encontraré una carcajada tan viva y fascinante como la tuya.




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