Tú te has ido, ahora hay grietas, yo no sé mentirme que ya no te quiero. Porque cuando quieres, quieres para siempre, aunque luego la eternidad no dure ni un año. Los sentimientos, cuando se arrancan de lo más profundo, no tienen noción del tiempo.
Voy al supermercado, hago la compra para dos, la cena para uno, el
insomnio para ti, te lo regalo. Se nos murió la ilusión pero no el
recuerdo, así que un día cuando te miraba sabía que eras tú, pero habías
cambiado. Yo había cambiado. El mundo seguía igual: dándonos la
espalda. Ya me lo advertiste: "Cuánto más alto subamos, luego más
retumbarán los portazos". Tenías razón, aunque por entonces sólo pensaba
en coronar tu cima, tu cintura, tus pechos e incluso dominar los mares
de tu genio.
Pero aquí arriba no hay nadie, no se ve nada, ni siquiera la victoria me ha dejado su sabor en los labios, y es que ahora tengo que bajar, y he de suponer que va a dolerme demasiado." - Sergio Carrión.
Pero aquí arriba no hay nadie, no se ve nada, ni siquiera la victoria me ha dejado su sabor en los labios, y es que ahora tengo que bajar, y he de suponer que va a dolerme demasiado." - Sergio Carrión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario