domingo, 16 de octubre de 2011

Llego a mi casa. Enciendo el ordenador. Entro en el tuenti, e inmediatamente busco tu nombre en el chat. No me apareces, supongo que pronto llegarás. Me quedo minutos esperando como una boba a que aparezcas. Nada, que no. Miro las novedades que tengo lo más rápido que puedo y sin prestarle atención ninguna. Vuelvo a mirar al chat. ¡Sí! Llegaste. ... ¿No me hablas? Muy bien, yo tampoco lo voy a hacer, si quieres hablar conmigo, háblame tú. Me saludan un par de personas, pero las ignoro, no me interesan en este momento. Me fijo de nuevo en el chat, y veo que te fuiste, sí, te fuiste, sin mandarme tan siquiera un triste "hola". Probablemente viste mi nombre reflejado en tu pantalla pero actuaste como si fuera cualquier otro... y así, día tras día...

No hay comentarios:

Publicar un comentario