miércoles, 26 de junio de 2013
Las cosas suceden por algo, por un por qué.
No
creo en mí. No creo en que esto pueda funcionar a día de hoy. El viento
se lleva las discusiones, las palabras feas que nos decimos. ¿Pero es
así realmente? ¿Se van o siguen guardadas en el interior de nuestro
corazón como algo que nos hizo daño? Lo cierto es que tampoco creo en
las palabras que ahora escribo pero es una manera bastante eficaz de
asustar. Leerás esto, te dolerá, creerás que lo pienso y te asustará. Lo
sé yo, y lo sabes tú. Pero es mentira. Lo que dices se me borra, lo
malo que me haces o me dices, desaparece, porque simplemente te quiero,
por encima de todas las cosas, por encima de todos, eres lo que necesito
para seguir sonriendo día a día. No estaré feliz siempre, no estaré con
ganas de jugar, de hacer el amor, de hacer el idiota, pero siempre
tendré ganas de estar contigo a pesar de lo que diga, a pesar de lo que
haga.
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